lunes, 19 de marzo de 2007

IDEA vigésimo cuarta.

La reencarnación en sí misma no es un proceso negativo y ni de castigo; muy al contrario, tal como expliqué en las anteriores ideas. El fenómeno de la reencarnación es el vehículo mediante el cual evoluciona todo ser de manera constante, y así poder ascender en la escala de la Creación.
Pero sí supone un proceso negativo para la inmensa mayoría de seres afectados por esta desconexión, a los que se encuentran bajo el dominio de los seres rebelados, pues les es imposible elevarse espiritualmente.
El proceso de reencarnación no supondrá para ellos ningún avance, sino siempre un estancamiento; un proceso repetitivo de naceres.
Resultará más negativo y difícil para un determinado ser, mientras más baja sea la dimensión donde tenga lugar su existencia.

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