lunes, 19 de marzo de 2007

IDEA trigésimo quinta.

Existe un gran salto evolutivo, "físico-espiritual", entre nosotros y el resto de las especies animales con la que compartimos nuestro mundo.
Ese hueco “creado” es el producto de aquella "rebelión”, que según las tradiciones antiguas sagradas, fue protagonizada por una Entidad Espiritual Negativa.

La intervención por parte de esta Entidad Espiritual Negativa -Satanás, según la tradición islámico-judeo-cristiana-, en el proceso natural de evolución de las especies en nuestro mundo, consistió en "acelerar" precisamente ese proceso evolutivo en el Ser Humano para beneficio propio.
Esta aceleración consistió en "transmitir" una serie de nuevos genes extra al "homo sapiens", haciéndolo "saltar" repentinamente hacia otro estadio evolutivo más complejo.
A ello, si le sumamos el hecho de que la especie precedente -no vinculada genéticamente al homo sapiens-, "el hombre de Neanderthal", se extinguió o fue extinguida, tenemos como resultado un enorme "hueco vacío" entre especies.
Si consideramos quizás -desde un punto de vista antropocentrista- la idea de que los chimpancés sean la forma evolutiva animal más elevada, reconoceremos que entre ellos y nosotros los humanos, se hace evidente que existe ese hueco al que hago referencia.

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