lunes, 19 de marzo de 2007

La Reordenación del Universo.



De esta forma, hubo en la Creación –que ya contiene una infinidad de universos o dimensiones- un proceso de selección, clasificación, orden, concierto, reubicación...de todos los tipos de energías, que hasta entonces se hallaban en permanente estado de agitación, contenidas en un lugar sin espacio. Al originarse la expansión espacial, y las "primigenias fuerzas nucleares", se inició un proceso de asentamiento de materiales, digamos que, en distintas capas según la densidad de cada uno de esta materia.
Cuando digo materia, no solo hago referencia a la materia que nosotros podemos tocar o apreciar con nuestros sentidos, sino todo aquello que es energía, tanto visible como invisible, pues cualquier tipo de energía forma materia aunque en estados distintos, en niveles diferentes, o frecuencias.
Esto nos desvela que, desde antes del Principio, Dios (como Todo lo existente) ya contenía en sí mismo, o mejor dicho, ya estaba conformado por "distintos tipos de energías".
Pero
éstas energías con una infinidad de vibraciones de frecuencias muy distintas entre sí, se encontraba en permanente estado de agitación, mezcla e inestabilidad. Era en sí, un conjunto de energías infinitas no homogénea, de muy diferentes estadios existenciales entremezclados; sin tiempo ni espacio.
Unas formas energéticas eran –y son aun- muy toscas y primitivas, y otras formas de energías ya eran excelsas desde el Comienzo. Entre ambas formas energéticas, una infinidad de formas energéticas distintas, que ahora constituyen los Seres.

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